27 enero, 2013

DOMINGO 3 DEL TIEMPO ORDINARIO



PROCLAMANDO LIBERTAD A LOS CAUTIVOS


En la Iglesia oímos con frecuencia la palabra “salvación” o “redención”. Estas palabras, a veces suenan difíciles y lejanas. Jesús, cuyo nombre significa “Dios Salva”, nos aclara hoy lo que significa esta palabra “salvar”: Vino para traernos libertad, liberación, de todo lo que nos aliena de Dios y de la gente, y vino también para hacernos capaces de liberarnos unos a otros. Ciertamente hemos sido creados y hemos nacido para ser libres. Ésta es la Buena Noticia que él nos trae. Dejemos que Jesús, que está aquí en medio de nosotros, nos haga libres, hijos e hijas de Dios.

20 enero, 2013

DOMINGO 2 DEL TIEMPO ORDINARIO C


AGUA CONVERTIDA EN VINO

El Señor quiere decirnos hoy que la vida es una fiesta. ¿Una fiesta, la vida? ¿Con todos sus problemas y miserias?  Sí. Una fiesta. Si aprendemos a mirarla con ojos de fe; si llegamos a percibir lo que hace bella la vida. Todos nosotros tenemos nuestras afanes y preocupaciones diarios, tenemos días de luto y muchos problemas, pero la realidad más profunda es  que no estamos solos, que tenemos a Dios que nos invita a beber el vino de su amor; un Dios que nos da a Jesús para llevarnos a sí mismo.

En este domingo: ¡Bebamos, y brindemos con el vino de la alegría!


16 enero, 2013

TURBA VIOLENTISTA ASALTA LA CATEDRAL DE PUNTA ARENAS


LA COMUNIDAD DEL SANTUARIO DE JESÚS NAZARENO PROTESTA POR LOS ATROPELLOS OCURRIDOS EL DOMINGO 13 DE ENERO EN LA CATEDRAL DE PUNTA ARENAS.


Y HACEMOS NUESTRA LA DECLARACIÓN DE LOS LAICOS SERVIDORES DE LA COMUNIDAD CRISTIANA DE LA PARROQUIA CATEDRAL.

Y CAYERON LAS SOMBRAS SOBRE TU CASA, SEÑOR……

Y la tarde se volvió oscura, y el frío  cubrió los huesos haciéndoles sentir su fragilidad, los ojos se nublaron con un llanto  amargo y las manos se entrelazaron con impotencia ante la injusticia, ante el odio que brotaba de cada palabra convertida en el ofensivo insulto, llenas de difamación, ignorancia y maldad, de esa maldad que se hace mayor cuando los seres humanos tienen ofuscadas sus ideas, y las pasiones anulan  la razón.

Qué profunda impotencia y desazón nos envolvió, al comprender, Señor, que el diálogo civilizado era arrinconado en la caverna de la desunión. Cómo crecía el dolor al ver tu Casa mancillada, nuestra casa de oración y reflexión, esa hermosa y tibia  casa que abre sus puertas a todos, aún a aquellos que no piensan como Tú nos enseñaste por boca de tu Hijo, ese Hijo a quien no hace muchos días hemos recibido  y adorado con el corazón gozoso en el humilde pesebre, no solo de Belén, sino también en el que queremos anidar en nuestro espíritu.

No hay un vocablo que defina en su total realidad el sentimiento de pena, y sufrimiento al ver que todo lo que respetamos por la fe era arrasado por la brutalidad y, por qué no decirlo, por la intolerancia y la ausencia de la más minima consideración a lo que los otros consideran sagrado. No queremos imponer, Señor, nuestra fe; trabajamos para ser tus dignos misioneros y discípulos, aunque muchas veces fallemos, pero sí exigimos ser respetados, y el respeto se aprecia en el diálogo fraterno, en el encuentro de opiniones entregadas con claridad y tolerancia. Hacerlo de otra manera, demuestra sin lugar a equívocos, que sólo interesarían los intereses personales, que el “yo” se impone al “nosotros”, y eso no es propio de una sociedad que se pregona democrática, comprensiva y cuidadosa de los derechos inmanentes al ser humano.

¡Desilusiona y preocupa como se ha perdido la facultad de escuchar y de leer bien lo que se presenta de modo serio y respaldado por las Escrituras! ¡Asusta como la muchedumbre se convierte en un grupo desatado que no se acobarda en pisotear, romper y cometer sacrilegio! ¡Porque eso es lo que se cometió en tu Casa, Señor! Un minuto de fama ante las luces de las cámaras, un minuto de “lucimiento” y muestra de… ¿valor?,… ¿ideas?  Más bien diríamos, “fanfarronadas”.

Pero hay más que decir. Nos duele sentirnos tan solos, ver a nuestros sacerdotes ofendidos. Ellos, que son tus servidores, en estos días han sentido la misma soledad que tu Hijo sintió en la noche anterior a Su Pasión, abandonado por los mismos que días antes lo habían exaltado. Nos ha hecho falta recibir el gesto de amistad, la solidaridad que debe primar en todo grupo humano, nos hiere la ausencia de quienes, teniendo la facultad y el deber de hacerlo, han estado lejos de nuestra Iglesia, de nuestra sencilla y pequeña comunidad. Echamos de menos la acción decidida de  las autoridades que teniendo en su mano los medios para solucionar los problemas, hacen oídos sordos, mirando hacia otro lado, quizás pensando en dividendos políticos. ¿Qué vale más? ¿Un  voto depositado en la urna, una suma de fanáticos movidos por oscuros intereses, una buena cuota de poder? Salvo muy honrosas excepciones, como la del señor Intendente, los secretarios ministeriales de Educación y Justicia, y dos concejal, el resto es anónimo personaje que deambula por la ciudad, en silencio, teñido de cobardía y negligencia. ¿Dónde están nuestros parlamentarios, nuestras autoridades comunales que siempre están dispuestos a ocupar los primeros lugares, y que ahora se mantienen en el más abismante mutismo y afonía?

Somos católicos que servimos como cooperadores de las labores propias de una parroquia. A Ud., que lee esta carta, quizás le preparamos para la celebración de su matrimonio. A lo mejor, a Ud. mamá, le ayudamos a introducir en la vida de la fe a su hijo, en la preparación de la Primera Comunión, esa comunión que le fue entregada en la misma Mesa Sagrada que el domingo fue pisoteada, rayada y profanada. Somos los que los guían en las lecturas dominicales, donde reciben la palabra de Dios. Al decirle esto, no lo hacemos con el afán de sentirnos superiores, todo lo contrario, nos falta mucho. Solo queremos que se entienda, que a nosotros nos agobia esta soledad, porque en la hora de la angustia, es necesaria la mano amiga, la voz que solícita acompaña, el gesto que entrega adhesión.

Terminamos recordando dos afirmaciones que dijo el Maestro: “Bienaventurados seréis cuando os injurien, y os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos, pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a vosotros” (Mateo 5,11-12.) y “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen” (Lucas.23, 34).

Firman...

Los católicos laicos que servimos en la Parroquia Catedral de Punta Arenas.

Enero 16 de 2013

LEA LA DECLARACIÓN DEL OBISPO DE LA DIÓCESIS, 
MONS. BERNARDO BASTRES F.

NUESTRA CATEDRAL:
UNA CASA DE ENCUENTRO CON EL SEÑOR Y LOS HERMANOS

UNA PALABRA EN TORNO A  LO VIVIDO
EN NUESTRA IGLESIA CATEDRAL…

Queridos hermanos y hermanas en la fe.

El domingo pasado escribía una carta para introducir nuestro año pastoral, donde invitaba a que asumiéramos la llamada del apóstol San Pablo a los Romanos: “…Cuando se cree con el corazón actúa la fuerza salvadora de Dios, y cuando se proclama con la boca  se obtiene la salvación” (10, 10), pensando en la invitación que nos hace el Papa Benedicto XVI a vivir un año centrado en la fe.
Pero ese mismo Domingo 13 de enero, Fiesta del Bautismo del Señor, en la tarde no pudimos celebrar la Eucaristía en nuestro principal templo, porque un grupo de exaltados, muchos jóvenes y adolescentes, de forma violenta entraron en la Iglesia Catedral y dirigiéndose al Presbiterio comenzaron a gritar todo clase de improperios contra mi persona, contra los pedófilos, contra la Iglesia y contra la matanza de los perros. Exigían que saliera a dialogar con ellos, pero quienes estaban allí, entre ellos el Vicario General, me lo desaconsejaron debido a que no contábamos con ningún resguardo policial. Mientras tanto, comenzaron a destruir los floreros y arrojaban sillas sobre el altar. Invité a la sacristía a una Señora que hacía de vocera, con la cual fue imposible dialogar, pues estaba fuera de sí y lo único que me decía que yo era el “autor intelectual del asesinato de los perros”.
Entre algunos miembros de la comunidad, los diáconos, controlaban que los manifestantes no entraran en la sacristía, es allí donde un par de muchachos encapuchados patearon la puerta hasta destruirla.
A eso de las 19,40 hrs., los mismos manifestantes se comenzaron a retirar de la Catedral, y en ese momento llegó el General de Carabineros y luego el Sr. Intendente.
Los daños materiales son significativos: destrucción del mármol del altar, pues no sólo tiraron objetos, sino que sobre él se pararon algunas muchachas y muchachos que lo pateaban con todas sus fuerzas. También hay destrucción de bancas, floreros, manteles y la reja del patio de la casa parroquial.
Pero ciertamente, el daño más grave ha sido de carácter moral. Los fieles que esperaban el inicio de la Eucaristía se vieron replegados, violentados y no se les permitió que pudieran tener la celebración en la que deseaban participar. Algunos de ellos habían pedido orar por sus difuntos.
El Templo no sólo fue profanado con gritos y garabatos, con algunos de los muchachos fumando, sino que fue profanado el altar, los signos religiosos y sobre todo la centenaria tradición del respeto por el lugar del culto. Robaron el cáliz, campanas y la caja con la llave del sagrario.
Como reflexión personal, les puedo compartir que nunca había experimentado tanto rencor y odio en el rostro y las expresiones de estos muchachos, la gran mayoría me parece eran menores de edad. Ellos estuvieron instigados y azuzados por algunos adultos, incluso uno de ellos le pasó un jarro para que lo lanzaran contra carabineros, ante lo cual los mismos jóvenes no accedieron, sino ahora estaríamos lamentando algo peor.
Lo vivido en esa tarde en la Iglesia Catedral, es algo destemplado y nos coloca en un nuevo escenario que deberemos conocer y evangelizar.
Mis palabras frente al ataque que recibió un feligrés a la salida de Misa del Domingo 6 de Enero fueron: “no puede ser que en este momento los perros nos estén comiendo vivos… a mí me parece que estamos en una emergencia y hay que actuar como emergencia”. Ante la pregunta que el periodista me formuló si había algún mandato bíblico que se opusiera a la eliminación de los canes, respondí: “Dios creó las cosas y las puso al servicio del ser humano, ése es el principio del Génesis. Todo está al servicio nuestro, yo no estoy por matar al perro, por matar perros, porque eso sería una cosa de barbarie. Pero no puede ser que en este momento tengamos una invasión de perros, y tengan más derechos que nosotros” (La Prensa Austral, lunes 7 de enero, pág. 3). Luego algunos tomaron la noticia y la comenzaron a tergiversar, manifestando que yo optaba por la eutanasia. No quise hacer ninguna declaración porque sabemos que no tiene ningún efecto.
Nunca he invitado a sacrificar los animales y menos que alguno se abrogue el derecho a realizarlo por su propia cuenta, pues tengo la firma convicción que decisiones de esta envergadura corresponden a las autoridades. Por ello, condené desde el primer momento la matanza indiscriminada de estos animales.
Agradezco las muestras de cariño, cercanía y apoyo de todos ustedes y cuando veamos que es un tiempo más oportuno llamaremos a realizar un acto de desagravio, para pedirle perdón al Señor por esta profanación que hemos sufrido.

Un saludo con afecto de padre y pastor.

+ Bernardo Bastres Florence
Padre Obispo de Magallanes



13 enero, 2013

FIESTA DEL BAUTISMO DEL SEÑOR



¿QUÉ DECIR DE NUESTRO BAUTISMO?

En esta fiesta del Bautismo de nuestro Señor la liturgia nos recuerda nuestro propio bautismo.

En su bautismo Jesús se percató de la misión que le esperaba, y se comprometió decididamente a la misma. Recibió la confirmación del cielo: el Padre y el Espíritu Santo estaban con él en su misión de salvar a los hombres.

En nuestro bautismo, el Padre nos aceptó también como a sus hijas e hijos queridos, y nos dio la misión de vivir la vida de Cristo.

Este domingo le pedimos a Jesús, que camina con nosotros, que nos dé la perspicacia, la decisión y la fuerza para aceptar nuestra vocación de discípulos misioneros.

06 enero, 2013

EPIFANÍA DEL SEÑOR - FIESTA DE REYES


EL AMOR DE DIOS SE MANIFIESTA

La celebración de Epifanía, que significa “manifestación”,  es para nosotros como una segunda Navidad. Es en realidad, la Navidad de las Iglesias Orientales. Esta fiesta proclama que Jesús Niño pertenece y se entrega al mundo entero como su Salvador. Con los Magos, el mundo entero trae a Jesús su variedad de  dones: sus culturas, sus muchas peculiaridades, sus diferentes identidades. Y nosotros aquí y ahora, al igual que las gentes de otras naciones, le traemos el don de nosotros mismos: nuestra fe, nuestro propósito de fidelidad, nuestro amor, al encontrarnos con él en la oración y en los hermanos, especialmente en los más pobres.

01 enero, 2013

SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS



¡FELIZ AÑO 2013!

Hoy comienza un nuevo año y sinceramente nos deseamos unos a otros todas las bendiciones de Dios: buena salud, bienestar, armonía en la familia, felicidad... Este día, al celebrar la fiesta de María, Madre de Dios, incluimos también, con seriedad e insistencia, deseos y plegarias por una paz, profunda y duradera, en un mundo acosado por la violencia, conflictos y luchas fratricidas, ya que María nos dio a Jesucristo, Príncipe de la Paz. Que nuestro sentido de justicia y unidad, de perdón y aceptación mutua, cree la atmósfera propicia en la que la paz pueda crecer en nuestros corazones, en nuestros hogares, en el mundo entero.