16 abril, 2017

PASCUA DE RESURRECCIÓN



LIBRES Y RESUCITADOS CON CRISTO

La realidad del misterio total de Pascua es tan asombrosa y real para nosotros que la tenemos que re-vivir no solo como un acontecimiento del pasado, sino como algo presente y real que nos afecta  a nosotros hoy.

Esta noche, pues, celebramos el acontecimiento capital y central para la cristiandad: La liberación del pueblo de Dios de la esclavitud del pecado, de forma que los hombres pueden entrar en la nueva y eterna Alianza por la que Dios, por su propia iniciativa,  vincula a su pueblo consigo mismo en una profunda unión de vida y amor.

En favor del pueblo, en el Antiguo Testamento, Dios vio las dificultades que los judíos sufrían en su situación de esclavitud en Egipto,  los liberó y selló con ellos la Alianza por medio de Moisés, en el Monte Sinaí. 

En favor nuestro, como cristianos, Dios vio nuestra esclavitud al pecado y nuestra incapacidad para deshacernos de él. Así envió a Jesús, su propio Hijo, para hacernos libres por su muerte en la cruz en el Monte Gólgota y por su resurrección.

Ahora somos un pueblo libre, capaz de proveer amor, servicio y justicia.

Celebramos esta libertad y esta Nueva Alianza esta misma noche.


Hermanos y hermanas, esto es lo que intentamos re-vivir en esta celebración Pascual, nuestra mayor celebración, pues es la celebración de la vida victoriosa.