25 febrero, 2018

DOMINGO 2º DE CUARESMA


Cruz y Gloria
Cuando estamos sufriendo, nos produce felicidad oír una palabra de preocupación y de ánimo.

Es una experiencia feliz cuando, en medio de nuestras cuestiones y problemas, nos llega un rayo de luz que levanta nuestro ánimo y nos asegura que Jesús viene con nosotros en nuestro fatigoso caminar.

Nos resulta reconfortante, durante el tiempo de Cuaresma, el hecho de que Jesús mismo, en el misterio de la Transfiguración, nos dé una visión fugaz anticipada de su victoria en Pascua.

Todo eso es maravilloso y queremos que dure, pero como Pedro y con Jesús tenemos que volver a las realidades de la vida.

Nos hace bien recordar que Jesús está siempre, con nosotros, aun cuando no estemos conscientes de ello.